Santiago de Cali, 1 de diciembre de 2020.Las Honorables Representantes a Cámara Norma Hurtado Sánchez y Adriana Magalí Matiz, citaron por medio de la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer, un debate de control político para poner en el centro de atención y en la agenda del Gobierno Nacional un tema de vital importancia en tiempos de pandemia, a saber, la atención y priorización de la salud mental de las mujeres en el país.
El llamado se hizo a fortalecer las políticas, los sistemas y los servicios de salud para garantizar que el bienestar integral de las mujeres forme parte de la respuesta del Gobierno Nacional ante la COVID-19, haciendo hincapié en que, a pesar del aumento de afectacción de la salud mental, esta sigue recibiendo una atención inadecuada desde la salud pública y no cuenta con el protagonismo que debería en tiempos de pandemia.
Por otro lado, se solicitó aumentar significativamente las inversiones en este campo para evitar y tratar el incremento de las enfermedades mentales, ya que gracias a la pandemia aumentaron los riesgos para las mujeres de sufrir violencia intrafamiliar, de pareja, psicológica y sexual, y, consecuentemente, de desestabilización de sus condiciones de salud mental, así mismo, se incrementan las necesidades de las mujeres y sus hijos en cuanto al apoyo psicosocial requerido para tratar adecuadamente sus alteraciones emocionales.
“En Colombia en 2018 se registraron 40.760 casos de violencia de pareja en mujeres, donde el 71.8% de estos casos ocurre en la vivienda, en la mayoría de casos por la pareja. En tiempos de pandemia por COVID-19, debido a la reclusión obligatoria en los hogares (donde más ocurre esta violencia), las mujeres se exponen en mayor grado a ser víctimas de violencia de pareja, y en consecuencia, a ver su salud mental vulnerada gravemente”, refirió Norma Hurtado.
Este debate de control político contó con la participación de los ministerios de Salud y Protección Social, del Deporte, del Trabajo y de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, quienes, desde su competencia, informaron a la audiencia sobre las políticas públicas y programas que vienen adelantando para tratar a las mujeres, niñas y adolescentes que presentan problemas y trastornos mentales derivados de la pandemia.
Además, en el debate se reafirmó que algunos de los determinantes sociales que afectan considerablemente la salud mental son: la pobreza, la desigualdad de ingresos y la discriminación de género. Estos determinantes aumentan la probabilidad de presentar problemas y trastornos mentales, especialmente en mujeres, niñas, niños, adolescentes y otras minorías.
Hablar de seguridad, de condiciones de vida saludables, de trabajo; son factores protectores en terminos de salud mental, que no se pueden dejar de lado. Mencionó el doctor Rodrigo Córdoba, quien intervino en el debate en calidad de experto en temas psiquiátricos.
Según datos de la OPS, el promedio de gasto público en salud mental en todo el país es de apenas un 2,0% del presupuesto total de salud, y más del 60% de estos dineros se destinan a hospitales psiquiátricos. Esta responsabilidad la debe asumir el Gobierno nacional, enfocada en las regiones, para así alcanzar una solución coordinada y duradera, que permita atender la necesidad de atención a la salud mental, en todo el territorio nacional, llegando a las regiones más apartadas que no tienen cobertura de profesionales dedicados a tratar la salud mental como psiquiatras y psicólogos.
Por ello, es imperativo incluir a los distintos ministerios para que desde su gestión apoyen y brinden ayudas para tratar la salud mental . A partir de esta premisa el Ministro del Deporte, doctor Ernesto Lucena, acompañó el llamado, indicando que desde su cartera se están ampliando los programas con los cuales se puede brindar acompañamiento a la salud mental a través de iniciativas deportivas y recreativas.
“Hago un llamado al congreso, gobierno y a esta comisión, ha incrementar esos recursos que hacen parte de la Tasa Pro Deporte para que también contribuya a los programas de salud mental en todo el territorio nacional” enfatiza Ernesto Lucena.
Muchas de las consecuencias anticipadas de la cuarentena y las medidas de distanciamiento social y físico asociadas son, en sí mismas, factores de riesgo clave para los trastornos y problemas de salud mental. Estos incluyen suicidio y autolesiones, abuso de alcohol y sustancias psicoactivas, estrés económico, duelo, pérdida, desempleo, falta de vivienda y ruptura de relaciones.
“Reconocemos el esfuerzo del Gobierno nacional por priorizar los temas de mujer en tiempos de pandemia, sin embargo es importante centrar nuestros esfuerzos en el Programa de Salud Mental. Se debe incluir en la agenda del Gobierno este tema que es vital, no podemos permitir que nuestras mujeres se sigan viendo afectadas; urge brindar acompañamiento a las mujeres en el país.” Reiteró Hurtado Sánchez.
Invertir en salud mental, hoy más que nunca, es crucial para la recuperación socioeconómica de las personas, de las sociedades y de los países tras esta pandemia. A corto plazo se requieren urgentes intervenciones sociales, para tratar la ansiedad, la depresión, la autolesión y el suicidio; que mantengan y permitan a las mujeres del territorio nacional, tener una vida mentalmente saludable, más allá del Covid-19.
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