“Mi papel en el Congreso no es aplaudir ni rechazar automáticamente las propuestas del Gobierno, sino legislar con criterio y responsabilidad. Por eso, impulsé una alternativa construida con el aporte de trabajadores, empleadores, académicos y centros de pensamiento, que respondía a las necesidades del país sin poner en riesgo la generación de empleo”, señaló.
La propuesta liderada por la senadora fue el resultado de un amplio proceso de concertación con sectores productivos y expertos, quienes alertaron sobre los impactos negativos de la reforma original en la estabilidad del empleo y la competitividad empresarial. “Nuestro enfoque siempre fue el equilibrio: fortalecer los derechos individuales de los trabajadores sin asfixiar al sector productivo, en especial a las Mipymes, que representan el 99,3% del tejido empresarial y son el principal motor del empleo en Colombia”, enfatizó.
Además de salvaguardar la estabilidad laboral, la ponencia alternativa contemplaba medidas específicas para sectores clave:
Aprendices del SENA, fortalecimiento de su formación integral y mayores reconocimiento en el auxilio económico durante la etapa lectiva y práctica.
Las micro, pequeñas y medianas empresas, que son el 99,3 % del tejido empresarial, evitando la imposición de altos costos laborales.
Las empresas colombianas, eliminando todo lo que atente contra los proyectos de innovación.
“Existe un consenso en que Colombia necesita una reforma laboral, pero esta debe construirse con rigor técnico, equilibrio y responsabilidad fiscal. No podemos permitir que el debate laboral se guíe por dogmas o intereses políticos, sino por soluciones reales que impulsen el progreso del país”, concluyó la senadora.
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Norma Hurtado Sánchez
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